viernes, 6 de enero de 2012

Perfección

Sus lenguas y sus bocas eran un todo. Se complementaban tan bien que todo era perfecto. 
Y si la perfección existe sólo como idea humana, él era lo más cerca que se podía estar de alcanzarla. 
Y no sólo la había alcanzado, sino que la había superado a niveles extraordinarios. 
Lo mejor, era que ella podía ser partícipe de esa perfección. 
Cada vez que lo contemplaba quedaba maravillada con él. 
Su cuerpo, su espalda, sus subidas y bajadas, todo, absolutamente todo, era hermoso.




No hay comentarios:

Publicar un comentario