sábado, 28 de enero de 2012

Mariposario


     Después de algunos días bloqueada por completo, sintió que todo volvía a la normalidad. La lamparita que se había quemado en su cerebro estaba queriendo encenderse nuevamente, pero faltaba algo, quién como siempre, era Él.
Sintió ganas de volver a escribir, no sabía si sobre el amor, el odio, la distancia, la vida o simplemente sobre todo y nada a la vez. Quería escribir y punto.
     Hacía mucho no hablaban más de 15 minutos seguidos y eso la alteraba demasiado. Como una droga, la más linda y sana, necesitaba su dosis diaria de él, y la noche anterior a sus escritos, había logrado tenerla. No fue una charla muy larga, pero bastó para que ella volviera a sentir esas mariposas que había dopado hacía unos días. Estaba intentando controlarlas, controlar sus incontrolables impulsos de correr a verlo, de llamarlo, de mirar sus fotos, y muchas otras cosas que le daba vergüenza confesar. No eran simples mariposas revoloteando, era un mariposario entero con especímenes nunca antes vistos. Diversos colores y tamaños. Pero todas coincidían en algo, le pertenecían a él. ¿Cómo es eso posible si estaban dentro de ella? Las mariposas en la panza no se crean porque sí, siempre hay un autor, ya sea material o intelectual. En este caso él había plantado pequeñas mariposas que con el tiempo fueron creciendo, ocupando cada vez más y más espacio en su estómago. Pero no eran
lepidópteros comunes, éstos no vivían sólo unas semanas sino que pareciera que ¡se habían instalado para siempre! Para ella estaba bien, él se encargaba de vez en cuando de alimentarlas, total sólo con unas pocas palabras ya se contentaban. Al tenerlo cerca era un revuelo enorme.

     Antes de que estas mariposas se despertaran nuevamente habían tenido una charla bastante escueta, pero no hizo falta nada más para revivirlas…
-Te noto rara hace un par de días, le dijo él preocupado.
-No sé si rara, no quiero molestarte más. Ella sabía que a veces podía ponerse un poco pesada.
-Te dije que no me molesta en lo más mínimo, me gusta todo lo que haces...

Y así las mariposas se volvieron locas una vez más...


Cuenta la historia que esas mariposas siguen esperando a sus compañeras...
Por ahora permanecen en el estómago de él, pero dormidas.


¿Algún día se despertarán?...  



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