sábado, 5 de mayo de 2012

Mi pedacito de historia


Enojados, ofendidos, con los planetas desalineados y todo, no pudieron resistirse al poder del destino. Era algo realmente increíble como los separaba y los juntaba siempre.
Ésa vez fue especial porque ella lo necesitaba más que nunca, se sentía vacía, triste y hasta traicionada.
No podía creer lo que veía, esa frase que tantas veces había sido pronunciada, graffiteada, escrita y dibujada por ambos, ahora se plasmaba en otra pared. En otro pueblo. En otro tiempo y espacio en donde ellos estaban separados, inclusive estando en la misma cuadra. Pero esa frase los unía. Tomó su celular y lo llamó. Estaban a pocos metros y aún así no quería abandonar ese lugar en donde estaba sentada, leyendo una  y otra vez esas letras, que formaban una frase, que encerraba mil significados.
Cuando él llegó, ella lo hizo voltear a leerla. Una sonrisa se instaló en su rostro y no hizo falta decir nada. Se besaron…



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