Mezcla de muchos sentimientos encontrados. Domingo, amor, suicidio,
odio, pasión y podría enumerar 349 más. Sólo me detendré en domingo y suicidio.
¿Sabían que la mayor cantidad de suicidios ocurren los días domingos?
Pero en este caso no hablo de una muerte literal, de un cadáver tieso y frío. Es
más bien la muerte del día domingo en sí, la muerte en el sentido más abarcativo
y metafórico que pueda existir. Es no sentir nada dentro de uno, como si te hubiesen
arrancado de cuajo el corazón y el cerebro, de un solo tirón. Saber que por dentro
estás muerto, frío, tieso, vacío. La nada misma. El domingo mismo lo refleja, basta
con asomarse por la ventana y ver el cielo nublado, ventoso y lluvioso.
Es complejo de explicar cómo me siento, si es que en realidad siento. O tal vez me gustaría no sentir nada. Me drenaron de a poco del corazón. No sé si pueda volver a sentir algo. Es feo decirlo, pero peor sería sentirlo. No puedo dar testimonio porque ya no siento nada.
Este domingo solo trajo ideas negras.
Es complejo de explicar cómo me siento, si es que en realidad siento. O tal vez me gustaría no sentir nada. Me drenaron de a poco del corazón. No sé si pueda volver a sentir algo. Es feo decirlo, pero peor sería sentirlo. No puedo dar testimonio porque ya no siento nada.
Este domingo solo trajo ideas negras.
Necesito algunas cosas para dejar de necesitar.
Quizás
sea yo la que rema contra la corriente.
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