Gustavo Contarelli es periodista de investigación y científico, pero al margen de esto, toda su vida hizo boxeo aficionado. Actualmente es director técnico de la Federación Argentina de Boxeo. Cordialmente pudimos hablar con él e indagar en varios temas de importancia en cuanto al boxeador y su salud.
Una pregunta que nos hacemos comúnmente es, si el boxeo es deporte o no. Según Gustavo, sí es un deporte, pero también un espectáculo: “El boxeo se ha popularizado muchísimo, como el fútbol. Es un deporte individual en donde intervienen factores tanto psicológicos como socioculturales.”Cabe preguntarse entonces, ¿de qué status social viene un boxeador?: “Un boxeador no proviene de la alta burguesía, generalmente viene de la marginalidad. Es muy claro que existe cierta discriminación”. Por otra parte, en lo que a su vida personal respecta, le preguntamos quién fue su entrenador, a lo que orgullosamente respondió: “Cristian Darío “El Máscara” Leal, es boxeador y reformador social. A través del boxeo saca a los chicos de las drogas, las villas. Recién ahora está haciendo su primer año en un colegio nocturno, aún así, gracias al boxeo viajó por todo el mundo. Les da a sus pupilos dinero para alimentarse, les consigue becas. Actualmente no está peleando debido a un problema con las drogas, podría haber sido campeón mundial, pero éste inconveniente, inclusive, lo llevó a la cárcel. Cristian Leal es un referente moral que incluye en sus clases a marginados sociales y los dignifica.”
En la conversación surgió un interrogante, ¿qué definición de “salud” tiene?: “La salud no es sólo la ausencia de la enfermedad. Es un equilibrio entre los componentes psico-físico-emocionales que nos conforman. Es la armonía entre lo que somos como individuos, nuestros conocimientos, integración social y nuestra identidad”. Hablando sobre el Knock Out (KO), Gustavo expresó que cuando un boxeador padece un KO, la Federación Argentina de Boxeo (FAB) lo quita de circulación por 30 días. Se le debe realizar una tomografía computada para determinar si hay daño cerebral.
El DT es el encargado de parar la pelea si el boxeador recibe un castigo, que lo inhabilita para seguir peleando dignamente. Cuando se dice que está grogui, significa que está desconectado de la realidad y hubo una conmoción cerebral.
Adentrándonos en la medicina del deporte, Gustavo nos explica que “el cerebro está dentro de la calota craneana, va y viene hacia adelante y hacia atrás. Un golpe, en general, no produce un infarto o hemorragia. En cambio, si son muchos, se produce un corte eléctrico de las neuronas. Podemos darnos cuenta porque en esos segundos, el boxeador se aferra al otro boxeador para que pase el tiempo, adquiera un poco de estabilidad y se pueda recuperar.” Cuando esto sucede, el director técnico debe evaluar si su púgil puede seguir o no peleando y determinar si es necesaria la entrada del médico.
La máxima autoridad en una pelea de boxeo, es el árbitro. Salvo una excepción que confirma la regla. Si el boxeador recibe muchos golpes, y tanto el árbitro como el DT dejen seguir la pelea (muy poco profesional), el médico, debe avisarle al fiscal, y éste debe ser quien la pare.
En los festivales boxísticos, existe el cuadrilátero de autoridades. Se compone de tres fiscales o jueces, uno en cada lado del cuadrilátero, más un fiscal jefe. Cabe resaltar que si no hay una ambulancia afuera esperando, y un médico de guardia, no se pueden dar festivales boxísticos ya que se estaría poniendo en riesgo la vida de boxeador. Todos deben cuidar la salud del boxeador.
Con respecto al entrenamiento, Gustavo nos dijo que va de la mano junto a la alimentación. “El boxeador amateur, entrena tres o cuatro horas por día. En cambio el profesional entre siete u ocho horas. La alimentación es diferente a la del resto de los deportistas porque deben tener contundencia en el golpe, y no estar inflados con proteínas vacías. El boxeador engorda muy poco, no puede ser fibroso ni generar hipertrofia muscular. Es por esto, que en su rutina diaria, solo quince minutos son destinadas a hacer pesas.” En tanto a los excesos, más precisamente a la actividad sexual, Contarelli nos explica que está permitido tener relaciones antes de una pelea, pero sólo son su pareja estable. No se debe exagerar. Lo mismo sucede con el alcohol, el púgil puede tomar moderadamente. Ser un bebedor social.
Volviendo al tema de la pelea en sí, para cuidar al boxeador, se le deben vendar las manos. De ésta forma se previenen esguinces: “Hay dos formas de vendar, la común, transversal, comenzando por el primer dedo (pulgar) y los nudillos tienen que estar libres. Y la otra manera, es el cruzado, se coloca cinta adhesiva entre los dedos. Las vendas deben ser 5 cm por 5 metros.” El árbitro o director técnico, deben ver como se vendó el boxeador contrario. Normalmente el fiscal firma el vendaje, porque, años atrás, hubo casos en donde la venda tenía yeso. Esto le provocó mucho daño, e incluso la muerte a varios boxeadores.
En los campeonatos mundiales o sudamericanos el técnico no se puede negar a que revisen a su pupilo. Además, se intenta prevenir la tendinitis con el vendaje. La parte anatómica, el tendón, se inflama por mala rotación, extensión, etc. Entonces se tiene que lograr que esa parte de la inflamación quede inmóvil.
Ya con el vendaje y guantes puestos, ¿cómo es el golpe?: “Cerrando siempre el puño, con la parte del frente del guante. Nunca abierto, solo para parar un golpe, pero no knockear. Si esto sucede, pueden descontar puntos o inclusive descalificarlo. Si pega mal, él púgil se produce más daño, incluso el riesgo de bruxar.”
De esta forma concluyó la entrevista a Gustavo Contarelli quien nos dejó en claro que todos deben cuidar la salud del boxeador, educarlo no solo física sino mentalmente.
El técnico es un maestro que cuida al alumno y el boxeador es un pupilo, al cual se le enseña moral.
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