lunes, 9 de abril de 2012

Escrito de a dos (inconcluso)

Raro era poder ver las estrellas en Bs. As., pero esa noche ahí estaban. Las estrellas y él. Dos de los fenómenos más lindos que tenía el universo. Ambos, el universo común, el de todos, y el universo paralelo donde ella se transportaba cuando estaban juntos.
Las ganas de tocarlo, abrazarlo y besarlo eran totalmente incontenibles.
No hacía mucho que no se veían pero la espera se había hecho interminable.
Musculosa negra. Sin saberlo él, tenía puesta una de las prendas más sexys que ella conocía en un hombre. ¡Debilidad! Otra de las tantas que le pertenecían. Podía enumerar 900, pero todas se resumían en una: Él.
Con su lapicera en mano y él a unos centímetros suyo, escribió lo que pudo como pudo. Intentando no distraerse y seguir la línea. Imposible, por eso decidió terminar acá.





Y acá es donde empezó él...






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