jueves, 29 de noviembre de 2012

¿Qué has hecho?


Era una pregunta tan simple y no encerraba metáforas ni nada detrás. Daba inicio a la conversación que normalmente, si estaban solos, duraba escasos minutos antes de que se arrancaran la ropa. Cualquier persona no le daría importancia a una pregunta así, era como preguntar ¿cómo estás?, pero en ella generaba una mezcla de sensaciones. Primero por la tonada con la cual él lo decía, era muy gracioso escucharlo. Y segundo porque se le había pegado ese mismo tono de voz en su cabeza; y de vez en cuando se encontraba preguntando a los demás ¿qué ha’ hecho?... 





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