Leer mensajes
viejos en el celular es como ir conduciendo el Titanic y chocar a propósito contra
el iceberg. Es hundirse en recuerdos de cosas que ya no están, o nunca estuvieron.
No es fácil borrarlos, algunos son tan únicos y se dan sólo una vez en la vida,
que merecen ser dejados en la bandeja de entrada. Olvidados hasta que uno revisa
y se topa con ellos.
A veces me siento un sms. Olvidada y sólo recordada cuando se topa con algo relacionado
a mí. Es feo sentirse así. Preferiría ser borrada.
Es leer y darse cuenta de cómo cambian las situaciones, las personas, uno mismo.
Mejoran, pero también empeoran.
Etapa nueva. Amores como flechas van.
¿Olvidarlo? Sería lo ideal. Pero como dice mi psicóloga: lo ideal dista de lo real.
Debo darme tiempo, darle tiempo al corazón para que lo deje ir del todo. Duele,
pero ya me hice inmune al dolor de tanto padecerlo.
No sé si quiero verlo, pero sé que lo voy a ver. No sé que voy a sentir pero…
Es tan feo tratarlo como a uno más. Pero acato sus deseos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario