martes, 17 de julio de 2012

¿Cómo estás?


No quiero extenderme en el relato. Simplemente dejar en claro algunos puntos.
A veces un simple ¿cómo estás?, por más que realmente no interese, puede cambiar el día.
“No te pregunto porque sé que estás bien”.
¿Lo sabe? ¿Qué sabe él? ¿Por qué dar por sentado algo cuando no tenés una base que lo fundamente?  Podés guiarte por las apariencias, pero todos sabemos que engañan. Y a veces demasiado.
Si estoy bien o estoy mal, es lindo que alguien lo pregunte, más todavía si es ése alguien que tanto queremos y nos llena. Es un lindo gesto interesarse por el otro, o al menos aparentar interés.  No digo que se “mienta” siempre, sería mejor que fuese una pregunta sincera, con ganas de leer la respuesta y ver qué está pasando en la vida del otro…
Son solo reflexiones pasajeras, rápidas, tal vez sin importancia alguna, que cruzan mi mente.


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