martes, 4 de diciembre de 2012

De engranajes


Y me escapo de la realidad una vez más para intentar entenderme. Pocas veces pude comprender el funcionamiento de mi cerebro, y cuando pienso que lo logré, llega él a derribar mis hipótesis y teorías. ¿Tendrá algo en la sangre? ¿Algún tipo de sustancia que sea atrayente a la mía? ¿Un imán en alguna costilla? No sé, pero la atracción gravitacional que gira en torno a él es enorme, al menos cuando estoy cerca.
Solo puedo tener en claro que el error fue mío. Fue mío al intentar cambiar algo que no estaba en mí poder lograr. Y creí que sí, mordí el anzuelo una vez más. Ilusa!

¿Y ahora?

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