domingo, 30 de junio de 2013

no sé.

¿Qué hago con estos miedos?
Los puedo guardar en un cajón pero inevitablemente en algún momento me voy a volver a topar con ellos,
y quizás, hasta los encuentre más crecidos.
A veces digo “quiero y puedo”, nada me detiene;
otras, sin embargo, me quedo en mi cama sin querer levantarme y pienso…
¿Por qué ésta vez debería ser diferente?
¿Qué tiene él que lo hace tan distinto al resto?
Es feo haber llegado a este punto de puro descreo.
Tanta mentira y ahora él paga los platos rotos de otros.
Un día se es todo y al siguiente, sólo dos desconocidos que ni siquiera se saludan.
¿Qué sentido tiene empezar de nuevo? No lo sé.
Ya no quiero pensar, solo dejar que el tiempo haga lo suyo,
 y sea lo que tenga que ser.
Quiero sinceridad completa y no más mentiras.



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